sábado, 12 de junio de 2010






Con algo hay que romper el hielo señores y bueno acá estoy, intentando hacerlo. Picahielo en mano, por las dudas… por si se pone difícil. Lo cierto es que aquí estoy tratando de cumplir lo que me propuse para este espacio, dar un giro de 360°. Pero cuando abrí esta página en blanco, me dio un poco de miedito.



¿Ahora qué hago? Tenía tanto para decir y… nada. Pero dicen que de la angustia de la página en blanco surgen las mejores obras así que vamos a darle para adelante. El propósito de este blog es llenar un espacio que creo que está vacante: un medio, por pequeño que sea, que informe sobre cultura desde una perspectiva distinta, desde lo cotidiano.

La cultura no es una sola. Parece paradójico pero la cultura no es “la cultura”. Es un entramado de redes e intercambios de sentidos y lo vemos todos los días a nuestro alrededor. Todos los caminos virtuales y reales que recorremos diariamente, todo lo que decimos y hacemos está enredado en esos hilos que van y vienen.

¿Ya ven mi problema? Claramente es imposible abarcarlo todo. Pero sí se puede ponerlo en perspectiva. Tratar de escribir lo que nadie publica y tratar de publicar desde otra perspectiva lo que escriben todos. Esa es más o menos la idea. Confío en que la selección y el cristal hagan de este blog algo especial.

Dar 360° a la cultura es algo muy ambicioso, casi utópico. Pero ¿para qué sirve ir hacia el horizonte si nunca se acerca? Para seguir escribiendo. De eso se trata. Ahora bien, ¿cómo empezar? Entonces me dije ¿cómo se camina hacia el horizonte? Un paso a la vez.

Y así será, para dar la vuelta tendremos que ir un grado a la vez. Son 360, así que hay que empezar a caminar. Empecemos por el grado 0.

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