Sala 3D en los Village de Neuquén

miércoles, 30 de junio de 2010

El sábado 19 inauguró en el Complejo Village de Neuquén la primera sala de cine 3D de la Patagonia.“Toy Story 3” fue la película elegida para la primera ronda de esta tecnología, por ser para toda la familia. Los próximos títulos incluyen "Shrek por siempre", la primera parte de “Harry Potter y las reliquias de la Muerte” y la nueva película de Mr. Night Shymalan.

“¡Uh qué copado!”, dije cuando escuché esta noticia en la Rock and Pop Net (93.1). Lo primero que me vino a la cabeza fue que con un viaje de veinte minutos iba a poder vivir esa experiencia, sentir que la peli de repente te rodea… Así que llamé a la radio y logré el contacto con la Gerenta de Marketing del complejo Village, Silvina Baum.

Luego de una gacetilla de prensa y una entrevista virtual que tardó un día en llegar, se me complicó la vida (cosas que pasan) y no pude escribir la nota en seguida. Y la verdad que lo agradezco, porque estarían leyendo una nota insulsa cuya idea principal hubiera sido “uh qué copado que hay sala 3D acá cerquita”. Pero por suerte, leer con tiempo las respuestas a mis preguntas, que apuntaban un poco más profundo que a una mera difusión de la inversión que hizo el Sr. Village, me permitió poner en contexto la información.


Además de Neuquén, ya se estrenó una sala 3D en Mendoza y el mes próximo se inaugurará en Rosario. La idea es que todos los complejos Village, que son 7 en total, tengan esta tecnología para fin de año, para empezar a proyectar una segunda sala. La inversión para instalar 3D de estas características asciende a nada menos que 240 mil dólares.

Como era de esperar, ver una película en 3D cuesta más caro. El precio de la entrada es de $30, por sobre los $22 que cuesta ver una peli común y corriente. La Gerenta me aclaró en este punto que el importe fue acordado por la cámara que nuclear a los cines multipantallas… y eso despertó mi curiosidad. Si bien siempre pensé que debían hacer acuerdos entre sí no me imaginé que el tema estaba tan institucionalizado. La concentración de este mercado es oligopolólica, no monopólica, es decir, está controlado por un grupo de empresas fuertes, no por una sola. Aparentemente como ninguna podía dominar sola la cuestión, se agruparon.

Así que quise investigar un poquito sobre sus actividades de esta Cámara Aregentina de Exhibidores Multipantalla. Pero sólo me encontré con que no tiene página web, que ha tenido varios conflictos laborales que solucionar, que figura en el registro nacional de organismos, que auspicia de eventos y otras cosas así. Yo me pregunto, si son los que controlan el negocio del cine en el país ¿no tendríamos que poder tener acceso a sus actividades? Seguramente hay una lista legal larga sobre actividades privadas que lo impide, pero considerando la situación actual en el rubro, esa cámara decide qué, cuándo, cómo y a qué precio ven películas casi todos los espectadores argentinos, porque somos muy pocos los que podemos decir que tenemos un cine independiente en nuestra ciudad. Bueno, si alguien sabe más del tema estaría bueno que me cuente.

En fin, si podés pagar $30 una entrada, porque así lo estableció la Cámara, los films que se van a poder ver en los próximos mese en 3D, según la Gerenta de Village Cines, van a estar orientados a “toda la familia” y son los siguientes, más o menos en el orden que van a ir estrenando:

-Shrek por Siempre
-Mi Villano Favorito
-The Last Airbender (de Mr. Night Shyamalan)
-Como Perros y Gatos 2
-Gaturro
-Harry Potter and the Deathly Hollows


Si van a ver cualquiera de estos títulos o se entusiasman y se van a ver Toy Story hoy mismo, les aviso que no tienen que llevar los lentes de cartón y celofán azul y rojo, porque se le entregan al espectador unos lentes de plástico muy cancheros. Silvina Baum los describe como “anteojos de alto rendimiento, confortables y livianos que hacen que al ver la proyección el espectador reciba dos imágenes en simultaneo donde cada imagen es procesada a través de cada ojo, los anteojos hacen que cada ojo vea la imagen que le corresponde y es el cerebro que las une creando la sensación de profundidad dando lugar a la tercera dimensión”. Pero justo cuando crees que te los podés llevar de recuerdo, un muchacho vestido de Village te los pide cuando salís. La tecnología de la sala y de los lentes es de Dolby Digital. Tanto la pantalla como los proyectores son especiales, pero también pueden proyectar cintas que no son 3D.

Lo que sí les advierto es que se vino un boom que todos quieren aprovechar. Baum lo dice claro: “el 3D llegó para quedarse y el 2010 será el año del 3D. El fenómeno revolucionó las taquillas, con títulos como ‘Avatar’ y ‘Alicia en el país de las maravillas’”. Esto ayuda a llevar más espectadores a las salas y por supuesto con el avance de la tecnología, que permite transformar una cinta normal al 3D, muchas producciones se subieron al bote.

Lo cierto es que está muy bueno ver una película con esta tecnología, pero hay que tener cuidado porque hay muchas que realmente da para hacer el gasto y otras que no. En algunos casos el 3D no aporta nada realmente relevante a la película salvo profundidad y en otros hace interesante una película que no hubiera cumplido con nuestras expectativas. Cuando está bien usado para causar sensaciones, es lo ideal.  No me malinterpreten, siempre va a ser mejor 3D que no 3D, pero si tenemos que elegir porque no podemos verla siempre así, es bueno tener cuenta estas cosas. Voy a intentar ir a verlas a penas salgan así les puedo contar cómo me fue.

Para debatir y pensar…

Todos estamos al tanto de la crisis de taquillas que ha sufrido el cine en los últimos años. Pero la realidad es que cualquiera que haya ido a cualquier complejo estilo Village un fin de semana puede dar fe de las interminables colas, las entradas agotadas horas antes de la función y básicamente del mundo de gente que te rodea al entrar al lugar. Lo cierto es que la mitad de esos espectadores en un cine independiente está cercano a un milagro.

Lo cierto es que desde que el desarrollo de nuevas tecnologías y los cambios en los usos del ocio y el tiempo libre empujaron a  las personas cada vez más hacia las cuatro paredes de su hogar, los espacios públicos de interacción se han ido modificando. Y de a poco en un mundo globalizado, muchos lugares de socialización se empezaron a parecer entre sí. Se trata de los no lugares, aquellos ámbitos que en cualquier lugar del mundo son iguales: los aeropuertos, los shoppings, los complejos multipantalla. Son lugares sin memoria, sin huellas de la gente que lo utiliza diariamente.

Los cines estuvieron entre las primeras víctimas de este desarrollo. Poco a poco las pequeñas salas, esos espacios de pueblo o de barrio, fueron cerrando sus puertas. El cine en general sufrió y sufre las consecuencias de la videocassettera, los VHS, los videoclubs y, posteriormente, de los DVDs e Internet. Pero hay algo claro: los complejos que pertenecen a grandes empresas pudieron sobrevivir y hoy siguen facturando tranquilos, porque, entre otras cosas, no es el único rubro que manejan.

A estas grandes cadenas, lo que les importa es mantener un margen de ganancia alto, no que la gente vaya al cine. Todos los chiches que su capital les permite incluir quieren llamar con espejitos de colores a los cinéfilos que buscan excelencia en imagen y sonido. Butacas súper cómodas, sonido Dolby, múltiples pantallas, salas 3D, son luces de colores que están buenísimas, pero son estrategias de marketing.

Todos estos espejitos brillantes distraen de lo que es realmente importante: las interacciones sociales que dispara una salida al cine. Si una película es mala (como suele pasar muy seguido), es mala. No hay butaca acolchonadita ni sonido abrumante que valga. Pero verla con amigos en un ambiente de interacción de una comunidad, como lo son los cines de pueblo, tiene un sabor distinto y no se transforma en una pérdida de dinero y de tiempo.

Los mismos bombos y platillos con los que se lanzan estos cines, los transforman en una salida más organizada, cuyo principal objetivo no es la interacción sino el consumo: de contenidos, de pochocho, de gaseosa, de muñequitos, de m&m’s y de todo lo que quieran vendernos.

Estos cines no ayudan a recuperar la cultura de cine. Y con recuperar no pretendo volver al pasado literalmente, sino no desligarnos de él, resignificarlo en nuestras vidas actuales, transformarlo y adaptarlo a nuestra cultura hoy. Que nuestros abuelos y nuestros padres se hayan enamorado en el cine de la cuadra es parte de nosotros. No dejemos que caigan nuestras salas de cine independiente, porque las otras por más brillo que tengan no podremos nunca sentirlas como propias.

En Allen, mi ciudad, puedo decir con orgullo que se ha reabierto una sala independiente, ya han pasado varios años y aún se mantiene. Estas experiencias son valiosas y generan la posibilidad de recuperar y renovar estos espacios, pero sólo podrán sobrevivir lo suficiente para hacerlo si se les pone el cuerpo y si se lucha con ingenio contra viento y marea para mantenerlos. Una campaña de socios protectores permite que por sólo $25 por mes veamos todas las películas todas las veces que queramos.

El 3D es un experiencia genial y aún me alegro de que tenerlo cerca, pero una cosa y la otra no son excluyentes. Vayan a la sala de su ciudad o su barrio e intenten trabajar con sus dueños para implementar estrategias como las campañas de socios. Lo cierto es que con lo que sale la entrada, el traslado, los pochochos y todo el combo de los grandes complejos, es muy poco probable que podamos asistir muchas veces. Pero los cines independientes tienen esa magia: podes ir sin mucha planificación previa. “Che ¿y si vamos al cine?” es lo único que hace falta. Y después a la confitería o a la casa de una amigo o a donde sea a hablar de la película, o también a la cama a consultarlo con la almohada porque al otro día nos levantamos temprano.

3 comentarios:

casa dijo...

mary toy story no hace falta verla en 3d. es increible en 2d. la mayoria son un chamuyo, solo los fondos o lluvia ponele es en 3d. asi que no imaginen que sale alguien de la pantalla, son mierdas.

María dijo...

exactamente, Toy Story 3 está espectacular pero nada tiene que ver con el 3D... seguramente "Alicia en el..." hubiera tenido más onda en 3D, me contaron que en esa sí el efecto te quema la cabeza... pero Toy Story no, no se la pierdan pero veanla en 2D, es bellísima...

María dijo...

ah Catis eras vos! no me había dado cuenta!!! besos, gracias por seguirme!